lunes, 30 de julio de 2018

Inmediato.

No me gusta alargar las cosas. 
Cuando algo es definitivo e inamovible, prefiero que suceda rápido. Es como la muerte, mejor rápida. Aunque lo dolorosa que sea me da igual. El dolor siempre ha sido un aliado, no un enemigo.

Por eso creo que soy tan impaciente. Por eso quiero conseguir las cosas enseguida. Por eso creo que nunca acabo nada.
Siempre comienzo algo y lo dejo a medias. 

Tal vez porque no llego a sentir aquello que pensaba que sentiría. Tal vez porque no obtengo los resultados que esperaba. Tal vez porque simplemente me aburro.
Si no ocurren las cosas en el mínimo tiempo posible, mi mente se abstrae y yo me aislo.

Parece que si algo no es inmediato, no me interese. 

Y quizás sea cierto.

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