Los latidos aumentando, la sangre
rebotando y jugueteando tras sus ojos, un hormigueo subiendo desde los pies
hasta las manos, los labios se tuercen en una extraña sonrisa y, de repente, un
salto en la cama.
Despierta. Se encuentra despierta
y tirada sobre su cama. Hasta hace un momento estaba durmiendo, pero no siente
cansancio ni la necesidad de volverse a tumbar aunque todavía le quedan 4 horas
por delante. ¿Qué habrá soñado? Ni siquiera ella lo sabe, pero la sensación ha
permanecido tras el sueño y el olvido.
Éxtasis. Se encuentra en un
estado de puro éxtasis. Quiere comerse el mundo, siente que puede con todo. Un
pálpito, una corazonada o, tal vez, un susurro de alguien que le guía. Algo le
indica que debe levantarse, vestirse e irse. Siente que tiene que desaparecer,
que hacer lo que desea. No quiere arrepentirse, quiere que esa sonrisa, que esa
sensación se mantenga.
Ningún laberinto sería capaz de
hacer que se perdiese, pues ella camina mucho más alto que ningún muro que le
pueda frenar la vista. Se encuentra corriendo por las calles pero su mente está
mucho más allá, todavía permanece en el recuerdo de la sensación. Esa
sensación. Se pregunta si alguien más habrá sido capaz de experimentarla. Tal
vez fue la misma sensación que llevó a Colón a las Américas. Quizás sea la
sensación previa a un gran descubrimiento. Puede que esta misma sensación llevó
a Franklin a atar una llave en una cometa a la espera de ser alcanzado por un
rayo. Quién sabe. Ella solo quiere disfrutarla, aprovecharla.
Corriendo. Sigue corriendo con
rumbo a ninguna parte, se dirige a la estación de trenes. Ni ella misma sabe
dónde acabará, solo conoce una verdad: tiene que hacer algo. Solo por una vez
quiere que se le nuble la cabeza. Casi sin darse cuenta, acompañada por
numerosas melodías que corretean por su mente, se encuentra tumbada frente al
mar sobre unas rocas, escuchando cómo las olas rompen con furia y acarician su
piel con una ternura jamás vista.
Amanece. Está viendo amanecer. El
pálpito, el susurro, la corazonada. Eso era lo que le decían: tienes que ver
algo nuevo, tienes que ver como un día surge de entre sus cenizas, tienes que
dejarte llevar, perder el norte y renacer. Con la misma sonrisa con la que
despertó, esta chica muestra una convicción: va a ser quien quiere ser, va a
hacer lo que más desea, va a perder el miedo, va a lanzarse de cabeza y va a aceptar
todos los pálpitos que se le presenten, por mucho que asusten o no parezcan lo
apropiado.
¿Que por qué ha decidido eso? ¿No
es obvio? ¿Cómo va a aprender a volar si teme al viento?
"Una corazonada es la creatividad tratando de decirte algo" - Frank Capra.
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